Granito de Arena

Colección
Semblanza

Después de vivir muchos años en el extranjero, un profesor de Filosofía, apasionado del fútbol, intenta rehacer su vida personal y profesional. Con pocas amistades y un carácter difícil e irónico, se da cuenta que acceder a un nuevo grupo social no es sencillo, y menos buscando tener una relación amorosa en buenos términos.
Reparto
Rodolfo Arias: Alberto.
Lorena Bojórquez: Elisa.
Manuel Domínguez: Felipe.
Sofía Gabriel: Alma.
Autor y director: Ignacio Escárcega.

Puesta en escena grabada el 28 de abril de 2018 en el Foro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (CENART), Ciudad de México (CDMX).

Participantes

Reparto

Rodolfo Arias: Alberto

Lorena Bojórquez: Elisa

Manuel Domínguez: Felipe

Sofía Gabriel: Alma

Escenografía e iluminación:

Tenzing Ortega

Vestuario: Teresa Alvarado

Musicalización: Ignacio Escárcega

Producción ejecutiva: Verónica Ramos

Asistente de dirección: Dano Ramírez

Asistente de escenografía:

Heidi Lamadrid

Desarrollo de video y asesoría

en movimiento: Isael Almanza

Difusión: Cenart y Denise Anzures

Fotografía: Ricardo Trejo

Diseño gráfico: Eduardo Barrera

Notas al programa:

Granito de arena, el futbol y la vida,

amores que se cruzan

Hace casi un siglo, en un barrio de Buenos Aires llamado Barracas, nació Alfredo Di Stéfano, quien con los años se convertiría en “la saeta rubia”, uno de los mejores futbolistas del siglo XX. “El balón está hecho de cuero, el cuero viene de la vaca, la vaca come pasto, así que hay que echar el balón al pasto”, dijo alguna vez para explicar su amor y su pasión en la vida: la pelota de futbol. Parece una vida tan simple como correr por el pasto con el balón atado a los pies, en el vértigo del juego, en el rectángulo verde de las hazañas, lejos del mundo donde el juego es otro.

“Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al futbol”, afirmó Albert Camus, portero del Racing Universitaire d’Alger a finales de los años 20, premio Nobel de Literatura en 1957, y que algo sabía de la vida, el juego y la existencia. “En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de futbol”, opinó Eduardo

Galeano, que se sentaba en el Café Brasilero de la Calle Ituzaingó en Ciudad Vieja de Montevideo, frente a su taza humeante y dejó por escrito su amor por el “juego bonito” en un mundo en el que los amores se persiguen como el gol y los desencuentros nos sacan tarjeta roja, nos lesionan o nos obligan a sentarnos en la banca a contemplar el partido.

Quizá de todo esto estemos seguros, o no tanto, cuando acompañemos a Alberto, Felipe, Elisa y Alma por el disputado choque que Ignacio Escárcega (mediocampista _no y creativo, riñonudo, entregado, gambetero, autor y director teatral, promotor y maestro, agudo observador de la escena y de las texturas de la existencia), nos propone en otra cancha, en el imaginario, el partido interminable en la zona de calentamiento de la vida, eso que sucede cuando no hay futbol.

Son cuatro personajes que observan su entorno y se miran a sí mismos. El amor juega duro y el deseo patea con rudeza, sin piedad. Los personajes reflexionan, recuerdan, se preguntan y dudan. Ellos coleccionan estampitas del álbum futbolero; ellas asumen su firme posición en la cancha. El juego comienza. Al final, sabremos que el destino es un árbitro vendido.

Jaime Vázquez

Semblanzas:

Ignacio Escárcega

Nació en la Ciudad de México. Es egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde obtuvo distinciones académicas, tanto en su Licenciatura en Literatura Dramática y Teatro, como en la Maestría en Letras. Director y profesor de Teatro, entre las obras recientes que ha dirigido se encuentran: Afterplay, secuelas chejovianas, de Brian Friel (2012-2013) –premio APT a mejor Teatro de Búsqueda–, Hamlet o el jardín de las suspicacias, de Carlos Valencia (2012-2013), Finea en el Papaloapan (2013-2014), versión libre de Camila Villegas a La dama boba, de Lope de Vega; La amenaza roja, de Alejandro Licona (2014), para el Carro de Comedias de la UNAM; Muebles en la cabeza, de su autoría (2014), El juego de Yalta, de Brian Friel (2014-2015-2016); El paraíso del camaleón, de Alberto Castillo (2016), y Señor Clarini, de Camila Villegas (2016-2017).

Colectivo escénico El Arce

Fue fundado en 2013 por iniciativa de Ignacio Escárcega. Actualmente cuenta con un repertorio de siete espectáculos, los cuales han tenido 17 temporadas en 13 recintos diferentes, tanto públicos como privados. Cuenta con 40 integrantes, entre directores, actores, dramaturgos, productores ejecutivos, diseñadores escénicos, músicos, diseñadores gráficos,  fotógrafos y asistentes. El objetivo de su fundación fue crear espectáculos dinámicos, que cuenten historias reconocibles y provoquen pasajes emocionales en los espectadores. Como colectivo ha llevado a cabo cinco ciclos, entre 2013 y 2017, con obras como Finea en el Papaloapan, El juego de Yalta, Señor Clarini y Casa Calabaza.

Información tomada del programa de mano del Centro Nacional de las Artes

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Después de vivir muchos años en el extranjero, un profesor de Filosofía, apasionado del fútbol, intenta rehacer su vida personal y profesional. Con pocas amistades y un carácter difícil e irónico, se da cuenta que acceder a un nuevo grupo social no es sencillo, y menos buscando tener una relación amorosa en buenos términos.
Reparto
Rodolfo Arias: Alberto.
Lorena Bojórquez: Elisa.
Manuel Domínguez: Felipe.
Sofía Gabriel: Alma.
Autor y director: Ignacio Escárcega.

Puesta en escena grabada el 28 de abril de 2018 en el Foro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (CENART), Ciudad de México (CDMX).

Reparto

Rodolfo Arias: Alberto

Lorena Bojórquez: Elisa

Manuel Domínguez: Felipe

Sofía Gabriel: Alma

Escenografía e iluminación:

Tenzing Ortega

Vestuario: Teresa Alvarado

Musicalización: Ignacio Escárcega

Producción ejecutiva: Verónica Ramos

Asistente de dirección: Dano Ramírez

Asistente de escenografía:

Heidi Lamadrid

Desarrollo de video y asesoría

en movimiento: Isael Almanza

Difusión: Cenart y Denise Anzures

Fotografía: Ricardo Trejo

Diseño gráfico: Eduardo Barrera

Notas al programa:

Granito de arena, el futbol y la vida,

amores que se cruzan

Hace casi un siglo, en un barrio de Buenos Aires llamado Barracas, nació Alfredo Di Stéfano, quien con los años se convertiría en “la saeta rubia”, uno de los mejores futbolistas del siglo XX. “El balón está hecho de cuero, el cuero viene de la vaca, la vaca come pasto, así que hay que echar el balón al pasto”, dijo alguna vez para explicar su amor y su pasión en la vida: la pelota de futbol. Parece una vida tan simple como correr por el pasto con el balón atado a los pies, en el vértigo del juego, en el rectángulo verde de las hazañas, lejos del mundo donde el juego es otro.

“Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al futbol”, afirmó Albert Camus, portero del Racing Universitaire d’Alger a finales de los años 20, premio Nobel de Literatura en 1957, y que algo sabía de la vida, el juego y la existencia. “En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de futbol”, opinó Eduardo

Galeano, que se sentaba en el Café Brasilero de la Calle Ituzaingó en Ciudad Vieja de Montevideo, frente a su taza humeante y dejó por escrito su amor por el “juego bonito” en un mundo en el que los amores se persiguen como el gol y los desencuentros nos sacan tarjeta roja, nos lesionan o nos obligan a sentarnos en la banca a contemplar el partido.

Quizá de todo esto estemos seguros, o no tanto, cuando acompañemos a Alberto, Felipe, Elisa y Alma por el disputado choque que Ignacio Escárcega (mediocampista _no y creativo, riñonudo, entregado, gambetero, autor y director teatral, promotor y maestro, agudo observador de la escena y de las texturas de la existencia), nos propone en otra cancha, en el imaginario, el partido interminable en la zona de calentamiento de la vida, eso que sucede cuando no hay futbol.

Son cuatro personajes que observan su entorno y se miran a sí mismos. El amor juega duro y el deseo patea con rudeza, sin piedad. Los personajes reflexionan, recuerdan, se preguntan y dudan. Ellos coleccionan estampitas del álbum futbolero; ellas asumen su firme posición en la cancha. El juego comienza. Al final, sabremos que el destino es un árbitro vendido.

Jaime Vázquez

Semblanzas:

Ignacio Escárcega

Nació en la Ciudad de México. Es egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde obtuvo distinciones académicas, tanto en su Licenciatura en Literatura Dramática y Teatro, como en la Maestría en Letras. Director y profesor de Teatro, entre las obras recientes que ha dirigido se encuentran: Afterplay, secuelas chejovianas, de Brian Friel (2012-2013) –premio APT a mejor Teatro de Búsqueda–, Hamlet o el jardín de las suspicacias, de Carlos Valencia (2012-2013), Finea en el Papaloapan (2013-2014), versión libre de Camila Villegas a La dama boba, de Lope de Vega; La amenaza roja, de Alejandro Licona (2014), para el Carro de Comedias de la UNAM; Muebles en la cabeza, de su autoría (2014), El juego de Yalta, de Brian Friel (2014-2015-2016); El paraíso del camaleón, de Alberto Castillo (2016), y Señor Clarini, de Camila Villegas (2016-2017).

Colectivo escénico El Arce

Fue fundado en 2013 por iniciativa de Ignacio Escárcega. Actualmente cuenta con un repertorio de siete espectáculos, los cuales han tenido 17 temporadas en 13 recintos diferentes, tanto públicos como privados. Cuenta con 40 integrantes, entre directores, actores, dramaturgos, productores ejecutivos, diseñadores escénicos, músicos, diseñadores gráficos,  fotógrafos y asistentes. El objetivo de su fundación fue crear espectáculos dinámicos, que cuenten historias reconocibles y provoquen pasajes emocionales en los espectadores. Como colectivo ha llevado a cabo cinco ciclos, entre 2013 y 2017, con obras como Finea en el Papaloapan, El juego de Yalta, Señor Clarini Casa Calabaza.

Información tomada del programa de mano del Centro Nacional de las Artes